A ver, intento desembocar en un concepto:
Desde la
Cuenca Testigo trato de atender asuntos poco atendidos de nuestra Comarca Andina, que a esta altura de los acontecimientos, a mi me parecen cruciales.
¿merecen tenerse en cuenta? o es otro objeto volador semi identificado de mi delirium amuchalíptico?
Estás viendo demasiado Discovery Channel me diría mi amigo Nicolás Van Ditmar.
pero vayamos a los hechos:
Antes de que llegáramos con este estadio de civilización, aquí no había nadie. Acá en estas cordilleras. Hacia el año 1500 ni nativos había, porque no había qué comer. Solo eso. Nada que comer. Solo de tránsito, sólo de paso.
El Desierto Verde
le llamaban, porque, andá encontrá un huemul si podés y, de intentar cazarlo, mejor no hablemos. ¿Qué comida había aquí? Ninguna. Paradojal como pocas situaciones, - como para
¨paradoxénesis¨ - con bosques profusos y abundantes de nuestras cordilleras patagónicas y tan escasos en comida – no hablemos del hoy con los baguales y los chanchos que es otra -.
Arriba mapa de Bailey Willis, 1915
Comparar con esa meseta a los ojos estéril, de limitado yuyerío, muy mineral ella, de pedregal y coirón, de neneos y jarillas, sin embargo, tan abundante en comida, en cantidades diseminadas manadas de guanacos y ñandúes, de peludos y coipos en mallines y costas de ríos, nos hace sentir la profundidad de la Paradoja.
Entonces teníamos para el humano un
Desierto Verde de Abundantes Bosques Escasos en Comida y una
Meseta de look Estéril, pero con Abundante comida para humanos. Cuánto chenque cuanto pedernal nos habla de esa gente que anduvo antes por la inmensa y diversa meseta. Por acá, sobre mi mesa anda un raspador que encontré pateando una piedrita en Piedra Parada. - no dije que patié la Piedra Parada - .
Eso fue esta región antes de nuestro arribo… La meseta, como la costa chilena, llenas de gente, pero acá, el Desierto Verde, sitio recorrido por pocas tribus nómades que dejaron sus marcas, en su contínuo ir y venir desde la meseta al pacífico desde aquel a la meseta.
Lograda la conquista, llegamos
los Sedentarios. Fuimos estableciéndonos y ocupando estos valles poco a poco, avanzando con nuestros argumentos granjeros, acomodando el paisaje a través de canalizaciones y surcos de arado, cultivando y criando.
Poco a poco, pese a la distancia a cosas esenciales como la sal que ¨había que buscarla en Ñorquincó en largos viajes con yuntas de bueyes¨, según siempre se nos repite, acá, se llegó a tener mucho ganado en cordilleras. Abundante Comida!
Y,
en nuestro valle del Hoyo, el actual Mallín Turbífero – hoy por ¨cambio de USO¨ – era entonces llamado Mallín de los ¨Pastos Comunes¨, según figura en los mapas viejos, porque aquí se reunían los rodeos, se hacían las señaladas, se transaba y se volvía cada cual con lo suyo, cada año hacia las cordilleras. Había mucha comida. Mucha. En caso de la peor catástrofe, de la más tenaz nevada, los pocos que habítaban tenían abundante de donde abastecerse como para zafar. Los bosques nativos estaban allí cubriendo cordilleras, y significaban eso para aquellos primero pobladores, como material para edificar, para cercar, abastecedor de leña para los inviernos y como cobijo, albergue y pastaje de los animales, siempre con el riesgo de incendiarse, no como hoy, obviamente, no como hoy ocurre con nuestros afanes y con los fosfopinos.
Hasta los años 1960, la existencia en la región de la comarca Andina, era abundante en comida. No faltaba ganado en cordilleras y eran pocos humanos. Pero al cabo comenzaba a poblarse y a comerciarse más, llegaron los aprovechados de bosques de las Provincias a hacerse cargo del ¨recurso¨(je). Llegaron a la región a plantear el valor de la madera, la erosividad de tener ganado en cordilleras - como si se tratase de cantidades tan abrumadoras de animales que devastaran los enormes cerros… que los camiones no erosionaron nada bajando madera… vamo!!- y para talar y llevarse toda esa valiosa y suculenta madera gratis, y plantar fosfopinos de cuarta, veloces en crecimiento pero del peor corcho que semeja madera, acelerados, con su urgencia urbana y ortogonalizante del paisaje curvo, escénicamente del orto,
y obligaron a sacar todo el ganado que, podía comerse o dañar a las ¨delicadas y apuradas forestaciones de fosfopino¨.
Averguenza ir hacia Leleque y ver las enormes forestaciones de los hermanitos Bennetton, mejor cuidadas, perfectamente limpias, impecables. Averguenza considerar que contamos con una Dirección General de Bosques ¨PROVINCIAL¨, con sendos edificios y renombrados técnicos que nos enseñan como padres a hijos acerca de las bondades del bosque del nothofagus, pero que durante las pasadas décadas fueron enteramente incapaces de limpiar y desmalezar y ralear sus forestaciones de fosfopino en nuestras cordilleras dejándonos crecer en medio de un polvorín. Debieran irse avergozados después de los últimos incendios y nunca más promoverse como intermediarios de nada, menos del bosque que fueron incapaces de limpiar y cuidar y menos aún, como ¨Paladines de la Ecología¨, que ineptos han demostrado ser para casi todo. Esta es mi opinión muy personal, que acá, en este blog, es todo muy personal... quede claro.
Averguenza pensar que tanto el CIEFAP como la Dir. Gral de Bosques y Parques que se nutren del estado Provincial, orondos se llenan la boca de los logros alcanzados en entender acerca de la reforestación con nativas mientras si comparamos todo lo forestado por ellos actualmente respecto a los enormes bosques que se les han quemado, el volúmen de lo reforestado NO EXISTE!!!
Cuanto verso mentiroso para tratar de cubrir lo intapable...
Y quede claro y no se entienda esta reflexión como ataque alguno hacia los actuales Directores y Jefes de ese organismo quienes entendemos están presos a leyes obsoletas respecto las cuales, con los limitantes que les provocan, poco pueden derivar. Suponer que este tipo de problemas pueda solucionarse con la cabeza de una autoridad coyuntural es mentir sobre mentido. Notorio ha sido que no se impuso una política de limpieza de los bosques, incluso dejando impagas a cantidad de cuadrillas por largo tiempo luego del trabajo realizado, como que cierto resulta, la gran cantidad de flamantes y relucientes Chatas 4 x 4 oficiales que circularon durante el pasado incendio. Es hora de reconsiderar hacia dónde van a destinar mayor atención... si a tener que viajar en cómoda nave a cada incendio o, si quedarse en casa con el R12, pero pagar muchas cuadrillas para que se limpien de una vez los bosques y se saquen los pinos.
Al igual que las autoridades de Parques Nacionales que están sometidos y limitados a leyes insensatas respecto a la flora nativa, y que a la vez, no tienen la flexibilidad suficiente como para entender lo que sucede. Digo las leyes que los dominan, no los guardaparques que supongo la entienden de hablar con la gente de los lugares que abordan y, ¨protejen¨ (je).
Los recientes
incendios forestales en El Hoyo, devastadores infiernos distanciados a solo once meses nos dan testimonio de esto que señalo.
La madera de ciprés no había sufrido daño alguno por el ganado en cordilleras, ni los jóvenes enormes renovales de cipres de coi o de ñire pero argumentando un daño inexistente, conveniente para derivar el curso de los hechos de agropecuario a forestal, inventaron toda una parafernalia de conceptos erróneos para hacernos tragar que maderar y forestar era ¨lo más¨. Cuanta dañina voracidad!. Y lo era, en cuanto a guita que ganaban los que podían hacerse cargo de parcelas, talar, aserrear y arrasar todo con fosfopino. Notable que aquellos sabios forestales de los 50´s no verificaron un estado decadente en la madera que muy elegante y convenientemente se permitieron talar y negociar a lo bestias.
Por ejemplo, en lago Escondido, que fue ocupado por la familia Montero durante casi un siglo, siempre se tuvo ganado en cordilleras, y es verificable que, salvo las areas incendiadas en el pasado, el resto de la flora nativa del espacio geográfico de la cuenca, se encuentra en perfecto estado de salud y conservación, pese a la gran cantidad de baguales que habitaban en las cordilleras desde largo, asunto del cual soy testigo y que he verficado concretamente durante los dos años que anduve residiendo por el lago Montes, porque recuerdo a todos que soy vecino de lago Escondido y tengo un puesto en el Lago Montes... puesto que por más que le busquen, nadie nunca podrá encontrar... afortunadamente porque no creo en los descuenques como eso del Area Natural Protegida, que mejor protegida que por nosotros, digo, por ale y Lago Escondido, - siempre poniendo el burro adelante para que a naide espante - no podrán lograrlo!!!
Recuerdo todavía como grabado en mis sesos, en mi celebro como decía Picho Losada riendo, cuando una tarde de calmachicha entrando al fondo del lago Escondido con el velerito de Don José, pude apreciar en un risco un toro majestuoso contemplando el lago el que me recordó a esas asombrosas pinturas del palacio de Knossos.
Ven, si en lugar de eliminar a esos grandes toros baguales y los aprovecharan podrían incentivar estos bellos y adrenales deportes taurinos:
Recuerdo durante el año 2002 como el veterinario Alex Correa y su padre, junto con el personal del campo salían día tras día a cazar baguales. Enormes toros y vacas y terneros imposibles de domeniar. Solamente con el winche y el colt caballito fue posible acabar con ellos, quienes aunque grandotes y amenazantes, no eran ni serán nunca ninguna amenaza para el bosque... quede claro, aunque sea el único imbécil que lo recalque!
¿Cómo era lo del alerce?
Flora Intangible. El alerce no se pudre tan rapidito como el ciprés. Tarda muchos años. Cae y se enciman unos troncos cruzados sobre otros, obligando al renoval a que tenga que sortear cantidad de obstáculos sobre el suelo para ver la luz. Pero eso si, no se le ocurra sacar un tronco acostado y viejo y querer aserrearlo, que vamo en cana. Asombrosa tara que espero en este siglo veintiuno, sea abandonada!!! Don José Lewis propuso levantar toda esa madera de los bosques que rodean al lago – siempre seguro algo escondido para los firmes malpensados - y almacenarla en galpones para entregársela a los artesanos para que desarrollaran a gusto. Los de Bosques, amparados en sus repelotudas leyes, no lo dejaron…
Hoy convertidos en los ¨ Paladines de la Ecología¨ los organismos de Bosques te hacen toda clase de problema para sacar un ciprés casi seco que se te cae sobre la casa. Es flora nativa vió, está protegida - argumentan tomando nota. Por eso proponen poner en esta zona de flora nativa, roble pellín, donde nunca hubo,. Andaaaaaa….
A ver: ¿Que gusto tiene un ciprés?... chileeeensis ¿Como sazonamos un coihue, con radal?
Hoy, después de entender que ya ni se habla del Cambio Climático y que sólo apenas se esperan ¨Eventos Catastróficos Diversos y Dispersos¨, consecuencia directa de aquel, debiéramos antes que nada,
PENSAR SERIAMENTE EN TENER SUFICIENTE ALIMENTO PARA LAS COMUNIDADES RESIDENTES EN NUESTROS VALLES.
Como vemos en el mapa arriba, por suerte en El Hoyo, no todos los ocupantes de parcelas forestales respetan a fondo esa tonta ley que sobrevalora el bosque nativo y el pinar por sobre el alimento, - de forma semejante a que el esfuerzo agrícola está enfocado en la suntuaria fruta fina, incapaz de alimentar realmente a nadie, en lugar de la horticultura o las pasturas, que pueden ser nuestra salvación en momentos de crisis - .
O
¿VALE ACASO MÁS BOSQUE NATIVO O EL PINAR QUE NUESTRAS EXISTENCIAS?
Si caen 2 metros de nieve - el Tata no quiera - y se corta la luz y se frena el transporte, en una semana entramos en crisis y, si persiste el aislamiento, en otra semana comenzaremos con el canibalismo. Somos demasiado dependientes de frágiles hilos. Demasiados en cantidad hoy y dependemos completamente de caminos y de la línea de alta tensión para mantener la comunicación y las cadenas de frío. Llegara a ocurrir algún evento que nos aisle por largo y estaremos en severos problemas– conste que insisto en que
el Tata no lo quiera- .
Por esa razón yo invito a que se saquen las forestaciones de fosfopino y/o se parquicen para que el pasto vuelva a crecer en el suelo y propongo que LLENEMOS CON CRITERIO NUESTRAS CORDILLERAS DE GANADO!!! Respetando los umbrales de sustentabilidad y las áreas quemadas obviamente. Pero volvamos a inentivar una ganadería inteligente. Y no me vengan con la cantinela de la erosión y del bosque nativo, que más vale la vida de mi hija, de vuestros hijos, que todo el nothofagus del mundo!!!